A la mayoría nos gusta disfrutar del sol, la arena y el mar, por ello el verano es nuestra estación favorita del año y estas piscinas naturales
Te mostramos 15 opciones de piscinas naturales que deberías visitar por lo menos una vez tu vida. Son tan enigmáticas que no podrás resistirte a ellas.
La tendencia es aprovechar los espacios que ha dispuesto la naturaleza para darse un buen chapuzón: esas son las piscinas naturales.
Espacios estancos en los que penetra el agua del mar o brota un manantial o circula un río. Es difícil sustraerse a su encanto.
Las piscinas naturales forman un recurso único de no pocas zonas rurales. En ellas no ha intervenido la mano del hombre sino para acondicionar unas escaleras, pasarelas o un trampolín.
Son las zonas de baño “de siempre”, hoy en auge, para los viajeros que buscan autenticidad.
Ahí van las 18 mejores piscinas naturales que hemos encontrado repartidas por España:
Una caminata de 30 minutos en Austin, Texas, conduce al agujero más bello del mundo donde el agua, la maleza y las rocas conviven un solo lugar.
Los Cenotes Cristal y Escondido (Maya-Blu) son en realidad un conjunto de lagunas y se encuentran a pocos kilómetros de la ciudad de Tulum. Al llegar hay que bajar unas escaleras para encontrar espejos verdes y turquesas, rodeados de vegetación tropical.
Imperdibles las diversas tonalidades de azul que varían en función de las diferentes profundidades de cada zona, desde los profundos cenotes de color azul oscuro, hasta las tonalidades blanquecinas que dejan entrever la arena del fondo calcáreo.
Los hombres no se resistieron a crear un camino que los llevara a las bellas aguas, así que gracias a la escalera que se construyó junto a la cascada se puede ser testigo de este enigmático paisaje.
Su agua cristalina y perfecta vegetación otorgan la mejor aventura.
Ubicado en la costa adriática o en el talón de la bota de Italia, se encuentra este acantilado de cristal, perfecto para refrescarse después de un día en el sol del mediterráneo.
Situado en el Parque Nacional de Kakadu, no hay mejor lugar para nadar al atardecer que esta piscina con vistas a la selva australiana.
Uno de los muchos tesoros escondidos en la isla de Kauai, los visitantes caminan entre arena roja hasta llegar a la piscina con vista al océano. La época más segura para visitarla es en el verano, cuando las olas y la marea son más tranquilas.
Hay una cantidad impresionante de cenotes en la península de Yucatán. Éste está ubicado cerca de las ruinas arqueológicas de Chichén Itzá. Tiene más de 25 metros de profundidad y está rodeado de selvas tropicales, plantas colgantes y árboles exuberantes.
Situado en el pueblo de Astris, Giola es una piscina tallada en rocas como si fuesen terrazas.
Las caídas de agua mantienen su color azul-verdoso, básicamente nacieron para triunfar en Instagram, pero llegar allí no es una hazaña fácil. Solo aquellos dispuestos a caminar 10 kilómetros por día logran disfrutar de sus aguas.
La gente acude a esta piscina para nadar, hacer snorkel, remar en balsa, caminar y acampar. El agua azul corre sobre caminos de piedra caliza y una cueva submarina.
En Hill Country, Texas, alrededor de una hora de Austin, se encuentra un interminable agujero negro rodeado de acantilados de piedra caliza. Hay señales que advierten a los visitantes de no saltar dentro de la piscina… Pero eso no los detiene.
En la isla Eil Malk en Palau, se puede nadar con medusas. El lago de agua salada debe su nombre a los millones de criaturas doradas que habitan sus aguas. Lo mejor: son totalmente inofensivas.
A una hora de Sidney en el Parque Nacional Real encontrarás este conjunto de piscinas de rocas perfectas que simulan el número 8.
Una caminata de 30 minutos en Austin, Texas, conduce al agujero más bello del mundo donde el agua, la maleza y las rocas conviven un solo lugar.
Los Cenotes Cristal y Escondido (Maya-Blu) son en realidad un conjunto de lagunas y se encuentran a pocos kilómetros de la ciudad de Tulum. Al llegar hay que bajar unas escaleras para encontrar espejos verdes y turquesas, rodeados de vegetación tropical.
Imperdibles las diversas tonalidades de azul que varían en función de las diferentes profundidades de cada zona, desde los profundos cenotes de color azul oscuro, hasta las tonalidades blanquecinas que dejan entrever la arena del fondo calcáreo.
Los hombres no se resistieron a crear un camino que los llevara a las bellas aguas, así que gracias a la escalera que se construyó junto a la cascada se puede ser testigo de este enigmático paisaje.
Su agua cristalina y perfecta vegetación otorgan la mejor aventura.
Ubicado en la costa adriática o en el talón de la bota de Italia, se encuentra este acantilado de cristal, perfecto para refrescarse después de un día en el sol del mediterráneo.
Situado en el Parque Nacional de Kakadu, no hay mejor lugar para nadar al atardecer que esta piscina con vistas a la selva australiana.
Uno de los muchos tesoros escondidos en la isla de Kauai, los visitantes caminan entre arena roja hasta llegar a la piscina con vista al océano. La época más segura para visitarla es en el verano, cuando las olas y la marea son más tranquilas.
Hay una cantidad impresionante de cenotes en la península de Yucatán. Éste está ubicado cerca de las ruinas arqueológicas de Chichén Itzá. Tiene más de 25 metros de profundidad y está rodeado de selvas tropicales, plantas colgantes y árboles exuberantes.
Situado en el pueblo de Astris, Giola es una piscina tallada en rocas como si fuesen terrazas.
Las caídas de agua mantienen su color azul-verdoso, básicamente nacieron para triunfar en Instagram, pero llegar allí no es una hazaña fácil. Solo aquellos dispuestos a caminar 10 kilómetros por día logran disfrutar de sus aguas.
La gente acude a esta piscina para nadar, hacer snorkel, remar en balsa, caminar y acampar. El agua azul corre sobre caminos de piedra caliza y una cueva submarina.
En Hill Country, Texas, alrededor de una hora de Austin, se encuentra un interminable agujero negro rodeado de acantilados de piedra caliza. Hay señales que advierten a los visitantes de no saltar dentro de la piscina… Pero eso no los detiene.
En la isla Eil Malk en Palau, se puede nadar con medusas. El lago de agua salada debe su nombre a los millones de criaturas doradas que habitan sus aguas. Lo mejor: son totalmente inofensivas.
A una hora de Sidney en el Parque Nacional Real encontrarás este conjunto de piscinas de rocas perfectas que simulan el número 8.
En el vasto mundo de las maravillas botánicas, existe una planta que se ha ganado…
Rica en nutrientes como potasio, flavonoides y antioxidantes, la seda de maíz se puede utilizar…
El taro (Colocasia esculenta), con sus hojas anchas y en forma de corazón, es ampliamente…
La cebolla, Allium cepa, pertenece a la familia de las liliáceas (al igual que otras…
Las hojas de limón, a menudo eclipsadas por la fruta que las acompaña, aportan una…
Malva común: beneficios de esta planta poco conocida La malva común (Malva sylvestris) es una…