En Bogotá, la capital de Colombia, todavía se usan caballos para halar carretas. A pesar del paso inclemente del tiempo y la aparición de nuevos medios de transporte, como el Transmilenio, estos tradicionales caballos carretilleros siguen desempeñando funciones tradicionales, como el transporte de carga y escombros, o el paseo de turistas.
Pero la Secretaría de Movilidad de Bogotá ha desarrollado el programa “Adopta un Amigo”, que consiste en la entrega de estos equinos en adopción a quienes demuestren poder brindarles una buena calidad de vida para sus años postreros.
En este artículo te presentamos 16 hermosas fotografías que muestran a estos hermosos animales en compañía de sus nuevos padres adoptivos. ¡Que las disfrutes!
Jubilao’ es un hermoso caballo alazán de 16 años. Tuvo la suerte de conseguir en Miguel Hurtado a un nuevo cuidador que le brinda el afecto que tanto necesita.
Pero la Secretaría de Movilidad de Bogotá ha desarrollado el programa “Adopta un Amigo”, que consiste en la entrega de estos equinos en adopción a quienes demuestren poder brindarles una buena calidad de vida para sus años postreros.
En este artículo te presentamos 16 hermosas fotografías que muestran a estos hermosos animales en compañía de sus nuevos padres adoptivos. ¡Que las disfrutes!
Jubilao’ es un hermoso caballo alazán de 16 años. Tuvo la suerte de conseguir en Miguel Hurtado a un nuevo cuidador que le brinda el afecto que tanto necesita.
Fue hace ya dos años que Jubilao’ fue entregado a su adoptante. En ese entonces, el pobre animal estaba en los huesos. Pero poco a poco se ha ido recuperando.
En esta foto aparece Juan Fernando Vigoya, un gran promotor de la adopción de animales. Él ya ha adoptado a 12 caballos y una yegua.
Este es uno de los caballos adoptados por Juan Fernando, entrando a su nuevo establo.
Este magnífico ejemplar blanco es Jerónimo. Solía ser un caballo agresivo, a causa del maltrato que había recibido en su vida como carretillero.
Pero en las pacientes manos de Lilia Sanín, su madre adoptiva, Jerónimo se ha convertido en un animal dócil, que rebosa felicidad y gratitud.
En esta foto vemos a Chucho Merchán en compañía de su yegua Mara. El animal pasó su vida arrastrando pesadas cargas, pero ahora tiene la oportunidad de pastar y descansar, gracias al buen corazón de este hombre.
No sólo las personas naturales pueden adoptar. Han sido muchas las instituciones y empresas que lo han hecho. En esta foto vemos a unos niños del Colegio Tierra Nueva en compañía de Palomo, un hermoso caballo blanco que era muy arisco cuando llegó. Pero el cariño que ha recibido en el colegio le ha devuelto la confianza en los seres humanos.
Esta es Brownie, acompañada por su adoptante, Jackeline Castillo. Al llevarla a su nuevo hogar, Jackeline se dio cuenta de que Brownie estaba preñada.
Así que ahora Jackeline tiene una yegua y un potrillo. Esta ternura se llama Gypsy, y él también está amparado por las normas del programa “Adopta un Amigo”, de la Alcaldía Mayor de Bogotá.
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