Mis lagrimas brotan sin parar, mi garganta duele de tanto llorar y mi voz es apenas una sombra tenue de lo que antes era, estoy hecha mil pedazos.
No puedo ni siquiera reconocerme, y han llegado momentos en los que me pregunto si en realidad fui el tipo de chica alegre, positiva e indomable que yo creía ser.
O si quizás siempre fui tan frágil, tan penosa como ahora soy, lucho por seguir con mi vida.
Por encontrar algún motivo al cual aferrarme, una promesa, una persona o lo que sea que me haga darle un sentido a mi vida, porque yo misma deje de ser el sentido de mi vida en el momento en que él entro en ella.
Es de lo más normal estar triste y llorar cuando se pierde a alguien importante, o cuando cometes un error irreparable.
Pero si soy completamente sincera, en realidad yo nunca le tuve, el siempre fue parte de mi vida sin embargo.
Yo nunca fui parte de la suya, los besos que nos dimos transmitían amor solo en un sentido, ya él nunca me hizo sentir amada, ni con un beso, ni con palabras, sentía pasión si, pero eso es algo muy distinto y cualquiera debería saber la diferencia, yo lo sabía pero me quede simplemente callada, esperando que un milagro sucediera y de lo nuestro naciera un amor en él, es algo tan absurdo como esperar que nazcan de la tierra arboles de oro.
En el fondo siempre supe que algún día terminaría nuestra historia juntos, y que él pasaría de mi rápidamente para buscar una nueva conquista, sabía que no debía enamorarme de él, sabía que no debería tener expectativas sobre un futuro juntos y mucho menos esperar que él me amara en algún momento, y quizás en un comienzo no me importaba que lo nuestro fuera solo una aventura pasajera, yo quería tenerlo porque me encantaba y quería estar con el fuera como fuera, y ahí encuentro mi primer error, porque me valoraba tan poco como para creer que no podría merecerle en una situación normal.
Usualmente lo que mal comienza, mal acaba, y lo nuestro no fue más que una serie de errores en el que el siguiente era aún peor, pues no sé como pude imaginarme el compartir cama con alguien sin llegar a quererle, hay mujeres que dicen poder hacer esto sin problema, pero esta claro que yo no pude, y los sentimientos prohibidos comenzaron a nacer dentro de mí, y aunque traté de ignorarles, aunque trate de esconderles, simplemente no pude hacerlo, mi corazón es más fuerte que mi mente y terminó traicionándome dejando viajar ese amor de polizonte dentro de nuestra relación, relación que como se esperaba termino en el momento en que él se aburrió de mí.
Y ahora lloro como desconsolada, y soy una hipócrita lo sé, porque lloro como aquellas que han perdido a alguien importante, porque lloro como aquellas que vieron morir un amor, una historia fascinante a la que ahora están obligadas a escribirle su punto final, pero yo soy una hipócrita que aún después de haber hecho todo mal se aferra a sus propias mentiras, a esos errores que le llevaron a estar precisamente en este momento sufriendo, porque lloro como si le hubiera perdido, pero en el fondo sé que nunca fue mío.
Autor: Sunky