Los puestos callejeros de comida son parte de la cultura mundial y no es extraño toparnos con puestos.
Como estos en muchas ciudades de Estados Unidos, operados por inmigrantes dedicados a la economía informal.
Benjamín Ramírez, es una de esas personas. El joven de 24 años vende elotes cocidos en un carrito por las calles de Los Ángeles, California.
¿Por qué su historia es tan importante? Porque hace algunos días un video que muestra un ataque en su contra se hizo viral.
El mexicano se encontraba vendiendo elotes, como lo hace desde hace 17 años, cuando un hombre.
Identificado como Carlos Hakas, de nacionalidad argentina y al parecer un músico conocido, paseaba junto a su pareja y su perro.
Al pasar por el lugar, Hakas perdió la compostura cuando notó que el puesto de Benjamín obstruía parte del paso y muy groseramente exigió que retirara su venta del lugar porque él quería pasar por ahí.
Ante la negativa del vendedor, el músico enloqueció y tiró al suelo el carrito, todo esto mientras Benjamín grababa la rabieta del hombre.
Ahora, llámenlo karma instantáneo, o como gusten, pero esta mala acción se devolvió rápidamente cuando el maíz y sazonadores caen, y gran parte del chile en polvo llega a los ojos y nariz de Hakas.
En seguida podemos ver al joven vendedor decir ante la cámara de su teléfono que fue atacado por un hombre “racista”, pero el argentino le contesta “no soy racista, soy argentino, retrasado mental”…
La madre de Benjamín, Imelda Reyes, subió el video a su cuenta de Facebook, señalando que su hijo se gana la vida honradamente.
La publicación se viralizó en cuestión de horas y son bastantes los comentarios que desaprueban la actitud del músico y muestran su apoyo no solo al elotero, sino a todos los vendedores informales que han sufrido episodios como este.
Al parecer esta no es la primera vez que Carlos Hakas amenaza al joven elotero, pero en esta ocasión siguió el consejo de su padre, Alex Ramírez, quien le recomendó grabar el ataque la próxima vez que sucediera.
Ahora, muchas personas se han unido para ayudar a Benjamín a rearmar su puesto a través de una campaña en GoFoundMe, y comprando su mercancía.
También el ilustrador Lalo Alcaraz venderá un diseño especial que hizo de esta penosa situación y parte de las ganancias serán de Benjamín.
