Los asiáticos nos llevan la delantera en muchas cosas y una de ella es en la naturaleza de su belleza física. Podemos decir que los países asiáticos cuentan con el mayor número de personas con el físico perfecto.
Si nos detenemos a pensar un momento nos damos cuenta de que, en su mayoría, las personas tienen pelo lacio y hermoso, esto sin mencionar que su pie es perfecta, libre de cualquier tipo de imperfección.
Pero, ¿Qué hacen ellos para lucir tan bien físicamente? Algunos le atribuyen esto a su forma de alimentación.
No es un secreto que en los asiáticos por lo general no comen alimentos procesados y su dieta la basan en alimentos naturales como el arroz, la lechuga y cualquier otro tipo de alimentos que contenga propiedades que sea altamente beneficiosa para su cuerpo.
Por otro lado, otros dicen que se debe a que ellos no usan los mismos tratamientos químicos que nosotros utilizamos para el cuidado de la piel.
Sino más bien usan mascarillas naturales que preparan con ingredientes que tienen en la comodidad de su hogar.
Tomando en cuenta ambos puntos, creemos que ambas teorías tienen razón. Por ello los exhortamos a cambiar su alimentación por una más saludable y a reemplazar los productos de belleza químicos por mascarillas naturales para el cuidado de su rostro.
En caso de que no conozca ninguna mascarilla natural que sea buena para las arrugas y las manchas, a continuación, le dejaremos la receta de una.
Ingredientes a necesitar:
– Tres cucharadas de arroz.
– Una cucharada de leche.
– Una cucharada de miel.
Preparación y modo de uso:
Primeramente, cocinamos el arroz durante 2 minutos. Luego, lo filtramos y conservaremos tanto el agua como el arroz.
Ahora en un recipiente aparte mezclamos el arroz con la miel y la leche (la leche debe estar tibia) y mezclamos bien hasta que están bien unificados.
A continuación, lavamos bien nuestro rostro y posteriormente secamos bien con una toalla de algodón.
Ahora, extendemos la mascarilla preparada por nuestra piel dejando que actué durante 15 minutos o hasta que seque por completo. Finalmente, nos enjuagamos el rostro con el agua donde hervimos el arroz y luego con agua limpia. Si repetimos el proceso cada día, en poco tiempo lograremos buenos resultados.
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