Científicos en estudio publicado en la revista “Investigación sobre la Eszquizofrenia” encontró que tener un gato es “significativamente más común” en las familias con hijos que posteriormente podrían ser diagnosticados con esquizofrenia u otra enfermedad mental grave.
Estos resultados son similares a otros que se llevaron a cabo en los noventa, se informó.
Aunque la incidencia de esquizofrenia entre las personas que participaron en el estudio es baja, existen teorías sobre la correlación entre poseer un gato y la aparición de esta y otras enfermedades mentales.
Los investigadores creen que el parásito Toxoplasma gondii, podría ser la causa de estas enfermedades. De acuerdo a E. Fuller Torrey, un científico que participó en el estudio, el parásito entra al cerebro y forma quistes microscópicos.
“Creemos que después se activa en los últimos años de la adolescencia y causa enfermedades, afectando probablemente los neurotransmitores”, agregó.