Israel “Izzy” Paskowitz tan solo tenía seis años cuando su padre – el surfista Dorian “Doc” Paskowitz – decidió subirlo en su tabla y tomar una ola con él. Lo más curioso de todo es que Izzy sigue acordándose de aquel momento como si fuera ayer. Por ello nunca ha dejado de surfear.
Fueron muchos los premios y campeonatos que Izzy ganó, pero al final logró asentarse un poco y formar una familia junto a su esposa, Danielle. Sin embargo, el segundo hijo fruto del matrimonio resultó ser autista, algo que Izzy tardó en reconocer y aceptar.
No obstante, Izzy descubrió que el surf calmaba las inquietudes sensoriales que su pequeño Isaiah sufría. De este modo decidió crear junto a Danielle la fundación Surfers Healing – unos campamentos gratuitos de un día en los que varios surfistas profesionales surfean con niños autistas.
Con esta iniciativa Izzy es consciente de que no va a encontrar la cura para el autismo, pero sabe que va ayudar y a calmar a estos niños tan especiales. Lo que está claro es que tanto unos como otros lo pasan increíblemente bien tomando las olas.