Emmy y Jake se conocieron cuando tenían 11 años, rápidamente se volvieron amigos y dos años más tarde ya eran pareja.
Pese a las dificultades que experimentó la joven relación, lograron permanecer unidos hasta los 19 años.
Momento en el cual tuvieron que separarse ya que asistieron a universidades en países diferentes.
Sin embargo, la distancia no fue suficiente para terminar una relación sentimental que parece haber sido diseñada por el destino.
Tras casi 10 años de mantenerse en contacto, estos enamorados optaron por dejar de negar sus emociones.
Y embarcarse en una relación comprometida que transformaría sus vidas.
Para celebrar el reencuentro y el comienzo de una nueva etapa, planearon un viaje en el que Jake, sin decir nada, pensaba pedir la mano de Emmy en matrimonio.
Pero el destino les preparaba un obstáculo más, uno del que difícilmente saldrían bien librados.
Días antes de emprender el viaje, Emmy fue a una cita médica para controlar un problema digestivo que venía acompañándola desde hacía un tiempo.
Poco imaginaba que el resultado de esa cita definiría por completo su vida, ya que los inconvenientes de salud que experimentaba eran producto de un cáncer de tiroides que estaba en un estado tan avanzado que ya había comprometido varios de sus órganos.
El pronóstico era muy poco alentador.
Determinados a no dejarse desanimar e impulsados por el optimismo y la buena actitud de Emmy.
Decidieron casarse lo más pronto posible, sabiendo que sería un matrimonio corto y que ella jamás podría ser madre, aunque era uno de sus sueños más preciados.
Para cerrar su compromiso y celebrar su luna de miel, emprendieron en 2016 un viaje en bicicleta desde Londres hasta Copenhague.
Un total de 2.000 kilómetros, en los que pretendían reunir fondos para la fundación de lucha contra el cáncer The Royal Marsden Cancer Charity.
A su regreso, la salud de Emmy fue deteriorándose cada vez más, aunque su espíritu jamás se quebró y estuvo siempre agradecida con los momentos y personas que tuvo la oportunidad de vivir.
En enero de este año ella falleció con apenas 31 años y antes de poder celebrar su primer aniversario de bodas.
Por ello, en este día Jake le dedicó un sentido mensaje en el que recalcó su fuerza de voluntad y alegría infinita, además le agradeció una vez más por todas las enseñanzas, las palabras y el amor del que hoy se aferra para continuar.
Tal parece que no hacen falta los años para que una historia de amor sea grande y contundente, pues a pesar de haber compartido juntos menos tiempo del que esperaban, el sentimiento entre estas dos bellas personas ha logrado trascender los límites más fuertes.
Fuente: Mirror