Una tortuga de 90 años de edad que ha sido la abuela de varias generaciones, perdió sus patas delanteras luego que unas ratas se las comieran. La tortuga, llamada Mrs. T, vivía junto con su dueño Jude Ryder en Pembrook, Gales.
Llegó a gastar hasta 1.000 euros para mejorar su situación, pero no sirvió de mucho. Hasta que su hijo Dale, quien es ingeniero mecánico, se le ocurrió una idea para ayudar a su tortuga. Y pensar que cuando dale tenía 8 años, Mrs. T tenía ya 60 años.
Lo que le hizo Dale fue ponerles unas ruedas como prótesis.
Y le funcionó, porque ahora ella hasta corre el doble de velocidad.
Ahora la abuelita de la familia camina nuevamente gracias al hijo de Jude.
Al parecer los ataques de ratas a tortugas no es la primera vez que se da, hubo una tortuga más vieja de 130 años de edad que murió por unos mordiscos de ratas en el 2013.