Cuando cumplió 23 años ya tenía a 13 hijas, todas quienes ella misma adoptó y crió.
Katie Davis tenía sólo 18 años y una vida bastante normal. Fue la reina del baile en su escuela y presidenta de su clase, con un futuro brillante por delante.
Pero decidió cambiar eso para ayudar al futuro de otros.
Durante su último año, Katie fue a Uganda a ayudar a aquellos más necesitados.
Decidió dejar de lado la universidad una vez que se graduó y se fue un año a Uganda donde se dedicó a ser maestra.
Ese año lanzó Amazima Ministries, una organización que busca transformar vidas y la relación entre estas comunidades y la religión.
Cuando cumplió 23 años ya tenía a 13 hijas, todas quienes ella misma adoptó y crió. “En esos primeros días viendo a estas pequeñas y ayudándolas a conocer a Jesús, no tenía consciencia de todo el amor que podía llegar a sentir por ellas,” dijo Katie a Today.
Ahora ambos viven en Uganda con sus hijas, dedicándose a educar a niños con falta de recursos.
Juntar las palmas de las manos y observar cómo se conectan las líneas ha sido…
Hope es un niño nigeriano abandonado por sus padres, quienes creen que es un brujo.…
Cada vez están más de moda los jugos verdes y es que tienen multitud de…
En el mundo laboral, la inclusión es un pilar fundamental para eliminar barreras y promover…
En ocasiones, especialmente cuando se acumulan durante varios días, nos encontramos con largas tardes de…
Una relación de pareja estable y saludable es crucial para el bienestar emocional de todos…