Es difícil entender cómo existe gente que dice amar y es capaz de atentar contra la vida de quien “ama”. Es el caso de Berlinah Wallace, una mujer de 48 años, que está siendo juzgada por causar la muerte de su ex-novio, Mark van Dongen, un ingeniero holandés de 29 años, a quien atacó con ácido.
Mark solicitó a los médicos que pusieran fin a su vida después de 15 meses de agonía por el ataque con ácido sulfúrico que le propició su ex-novia tras una discusión por otra mujer.
El ácido le ocasionó daños irreparables a su cuerpo, un 25 % de quemaduras graves, la perdida de una pierna y del ojo izquierdo.
También perdió casi la totalidad de su ojo derecho y su lengua quedó paralizada.
Los miembros del jurado en el Bristol Crown Court mostraron las imágenes cuando Mark fue entrevistado por la policía antes de su lamentable muerte.
Mark declaró que antes de que Berlinah arrojara el ácido sobre él, lo despertó y le dijo que sí ella no podía tenerlo ninguna otra mujer lo haría. Después de reírse, ella arrojó el ácido.
Estaba ardiendo como fuego, y salí corriendo por la calle en calzoncillos y que luego se cayeron porque el ácido me estaba comiendo”.
El romance entre Berlinah y Mark empezó en el año 2010, pero su relación terminó 5 años más tarde cuando él empezó a salir con otra mujer.
Al parecer esta pareja estaba tratando de reconciliarse, pero en la noche del 22 de septiembre discutieron y ella se fue a un hotel. Mark le envió algunos mensajes diciendo que ellos estaban destinados a estar juntos, le recordó que ella era su princesa y le prometió que la trataría como se lo merecía.
Berlinah respondió que para ella esas palabras significaban mucho. Le confirmó que era el amor de su vida, que lo amaba con todo su corazón y que Dios no cometía un error con esa relación.
Aproximadamente a las 3:00 a.m. mientras Mark dormía en la cama ella vertió el ácido en un vaso, lo despertó y entre risas lo echó sobre su rostro.
El ácido le cubrió el rostro y una parte superior del cuerpo, siguió escurriéndose hasta llegar a sus piernas. Cubierto en ácido Mark salió corriendo a la calle en calzoncillos, gritando por ayuda.
Los policías fueron a la casa de esta trastornada mujer y la encontraron dentro sentada en un sofá. Cuando le preguntaron qué sustancia era la que había vertido sobre Mark, ella respondió muy serenamente que se trataba del mismo ácido que ella estaba usando para aflojar algo de tela, señalando el cristal, la tela y el pincel que estaban en el suelo.
La policía se llevó a esta mujer bajo custodia mientras que Mark fue trasladado a la sala de emergencia del hospital. La Doctora Rachel Oaten dijo que este hombre al verse en un espejo con la poca visión que le quedaba gritó que lo mataran porque no quería vivir bajo esas condiciones.
Mátenme ahora, si mi cara se va a quedar así no quiero vivir”.
Desde ese día pasaron 15 meses de total agonía para este hombre.
En las declaraciones se le informó al tribunal que este pobre hombre había pasado 14 meses en el hospital antes de ser trasladado a un hogar de ancianos durante su último mes.
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Presuntamente Marck habría establecido un contacto con la policía para alertar que esta mujer lo estaba acosando, y justamente en esa fecha ella realizó la compra del ácido en Amazon.
Los agentes revisaron el historial de su navegador y descubrieron que ella había estado haciendo preguntas tales como: “¿Puedo morir al beber ácido sulfúrico?”.
Se conoció también que hace un año atrás aproximadamente esta mujer había arrojado agua sobre Marck. También declararon que ella en una oportunidad se golpeó en la cara y amenazó con ir a la policía, para culpar a Marck.
Marck antes de morir dijo que había vuelto con la relación porque sentía pena por ella.
Berlinah está acusada de asesinato bajo condiciones inusuales. Mark Van Dongen murió en una cínica donde practican la eutanasia 15 meses después del ataque con ácido que le cambió la vida.
La eutanasia fue aprobada después de que tres consultores lo examinaran y acordaran que se trataba de un caso de “sufrimiento físico y psicológico insoportable”.
Adam Vaitilingam, la parte acusadora presentará como argumentó que el daño físico y mental que Mark sufrió a raíz del ataque, lo llevó directamente a su muerte.
Este juicio sigue su curso, esperando que se haga justicia ante tanta crueldad.
Es realmente una triste historia, que deja un sabor muy amargo por el sufrimiento de un ser humano, y la mente perversa de otro que decía amarlo. Compártela y alza tu voz contra la violencia.