Precisamente, uno de los principales atractivos de casas como estas es que proveen todas las comodidades necesarias para un ser humano, sin generar un problema infinito en nuestras cuentas bancarias, y sin estropear nuestros ecosistemas. Además, son muy acogedoras y reflejan fielmente el espíritu y el carácter de sus propietarios o constructores.
Adentrada en un denso bosque del Canadá podemos encontrar esta pintoresca casita sobre ruedas, propiedad de una mujer llamada Rachel Ross. Este refugio entre la espesura de los árboles tiene unos escasos 15 metros cuadrados de superficie y fue construido en el año 2000, usando fundamentalmente materiales reciclados. Entre los elementos utilizados para su construcción se destaca una ventana redonda, convenientemente elaborada a partir de una vieja mesa de picnic de los años ’70. Todo lo que se necesitó para construir esta linda casa fue mucha inventiva, imaginación, algunos materiales reciclados, y algo de trabajo duro.
Lo mejor de todo es que, en total, sólo costó 8.000 dólares, suma que es mucho más accesible que meterse en los enredos de una hipoteca o un crédito para viviendas.
¡Por favor, comparte esta encantadora casita en el bosque para que más y más gente se inspire a buscar alternativas válidas para construir su vivienda!
Esta casita del bosque tiene sólo 15 metros de superficie,
Pero es cómoda, encantadora y tiene un aspecto mágico que la hace muy especial.
Su elevado techo arqueado y su acento minimalista le dan a su espacio interior un aspecto simple y rústico.
Es un lugar perfecto para alejarnos un poco del mundo, para dedicarnos a reflexionar o escribir.
Los elegantes mesones curvos de la cocina están elaborados a partir de madera recuperada.
De hecho, todos los gabinetes y mesones fueron hechos por encargo.
La cocina, de tres hornillas, fue recuperada de una caravana rodante, y funciona con propano.
Esta hermosa ventana redonda se elaboró a partir de una vieja mesa de picnic de los años ’70. ¡Muy ingenioso!
Hasta tiene una pequeña ventana-balcón, con hermosas vistas del bosque circundante. ¿Quién no quiere ver y escuchar a los pajaritos?
Los tragaluces y las amplias ventanas hacen que el espacio siempre esté lleno de luz y aire fresco. Contemplar las estrellas desde esta cama debe ser espectacular.
La recámara tiene esterillas estilo tatami inscrustadas en el piso, y desde ella tenemos una bella vista del lago.
Y además de costar tan sólo 8.000 dólares, esta casita es totalmente transportable, usando un camión o un tractor.
La encantadora puerta estilo francés se puede desmontar. Mover esta casa es tan fácil como vivir en ella.
Esta casa-vagón no tiene baño en su interior, pero a sólo unos metros hay una bonita choza en forma de “A”, donde hay un retrete seco ecológico, de composta.
La mejor parte es que la casa está rodeada por un bosque de cedro, y desde su interior se puede escuchar el relajante sonido que producen las olas del lago.
¿Qué opinas?
