Corea del Sur ubicado en Asia Oriental se destaca por su enorme carga poblacional y su ajetreado nivel de vida, es muy terrible la situación de buscar apartamento en una enorme ciudad.
Como es el caso de Seul, debido a la alta demanda los precios suelen estar inflados, lo que hace también que la calidad de los pisos asequibles para la parte mas pobre de la población sea ínfima y los mejores vuelan a la primera.
Cuando ofrecen ese tipo de lugares siempre me he preguntado si de veras piensan o esperan que alguien pueda vivir ahí cómodamente.
Pero pudiera ser peor, como es la situación en Seúl, imagínate que tuvieras que irte a vivir a una ciudad como esa por motivos de trabajo y contáis con un presupuesto muy ajustado para el alquiler.
Allí se estilan mucho los llamados Goshiwon o Goshitel, es decir, las viviendas-habitáculo a las que podríamos aspirar la mayoría de nosotros.
Gracias al trabajo fotográfico del artista Sim Kyu-dong, vas a poder conocer lo que me refiero, estoy segura que quedaras en shock al ver este tipo de apartamentos.
No cabe duda de que vuestra perspectiva sobre lo que es vivir en condiciones asfixiantes cambiará.
«Goshiwon» o «Goshitel», las «viviendas-habitáculo» de Seúl
Este tipo de «viviendas» son comunes en la enorme y súper desarrollada capital de Corea del Sur, una ciudad que en nuestra mente es moderna y lujosa, pero que esconde una realidad como la que estáis a punto de ver.
Una realidad en la que miles de personas se ven obligados a vivir en espacios de 3 a 4 metros cuadrados, pues es lo único que pueden permitirse.
50 años antes cuando los estudiantes se encerraban en zulos como estos para poder concentrarse y sacar las mejores notas posibles de cara a los «goshi», es decir, los exámenes más exigentes del país, precisamente de ahí proviene el nombre de «goshiwon», el cual derivó más tarde a «goshitel» («Goshi»+»hotel»), que son otros espacios algo más grandes, de apenas unos cinco metros cuadrados.
Estas fotos fueron tomadas por el fotógrafo surcoreano Sim Kyu-dong, quien durante 5 años estuvo viviendo en un goshiwon de Seúl, el fotógrafo se mudó allí por motivos de trabajo y documentó su estilo de vida para que otras personas pudieran conocer la realidad de lo que se vive en Corea del Sur.
Sim aceptó el alquiler de un «goshi» no porque le gustase, sino porque era barato y no tenia mas dinero para pagar otro tipo de inmueble, estos lúgubres habitáculos son el reclamo idóneo, que no perfecto, para estudiantes y trabajadores que no pueden permitirse una vivienda más grande, este tipo de «casas» cuentan con cocina y baño compartidos que tambien suelen ser bastante diminutos.
Este tipo de casa son unos potenciadores del estres y la ansiedad, el precio de estas habitaciones varía entre los 180 y los 350 dólares mensuales, dependiendo de la zona, y están provistas de una cama, escritorio y un pequeño armario, donde se guardan las cosas personales que no pueden ser muchas por el limitado espacio.
La calidad de vida en esta ciudad deja bastante que desear, incluso con las necesidades más básicas cubiertas. Por ello, las estadísticas indican que un alto porcentaje de depresión y ansiedad entre los que viven en este tipo de entorno.
De hecho, el propio fotógrafo, Sim, sufre de estos males psicológicos desde que le toco la experiencia de vivir en este tipo de lugares.
Lo que nos queda claro, viendo las imágenes de este joven fotógrafo, es que la necesidad aprieta y, en muchas ocasiones, ahoga. Seguramente la próxima vez que nos enseñen una casa, aunque no cumpla nuestras expectativas, nos acordaremos de que siempre puede ser peor.
