Durante muchos años, la creencia principal en todos los lugares de Latinoamérica sobre la aparición de mariposas negras es el anuncio de la muerte de un ser querido o es símbolo de mala suerte para quien se encuentre alguna.
Incluso, muchas personas las consideran como venenosas o culpables de ceguera debido al polvo que desprenden sus alas, sin embargo, es totalmente falso ya que solo causa una leve irritación.
Si las observas con bastante detenimiento, podrás ver que, en realidad, son sumamente hermosas; sus alas son de color púrpura, rosa y verde.
En Texas, Estados Unidos, dicen que si una mariposa negra llega a la parte superior de las puertas o ventanas de alguna casa, entonces hay probabilidades de que ahí se ganen un premio o incluso la lotería.
Además de ser símbolo de la buena suerte, también representan el camino hacia respuestas que has estado buscando; son conocidas como ‘ratones viejos’ y, asimismo, son guías que te llevarán hacia nuevas relaciones amorosas, de amistad o incluso familiares.
Si estás teniendo problemas con alguien, que se te aparezca una mariposa negra es señal de que es hora de que perdones, dejes atrás los rencores y hagan las pases.
Por otro lado, también son señal de nuevos comienzos y cambios positivos en tu vida.
No se ha comprobado que estas criaturas estén relacionadas con sucesos negativos, muertes o accidentes.
Simplemente son supersticiones que se han hecho populares desde mucho tiempo atrás y que, por desgracia, culpables de que miles de su especie hayan desaparecido porque las matan o sacrifican.
Las mariposas adultas comen exclusivamente alimentos líquidos como el néctar de flores, jugo de frutas, savia de árboles y agua azucarada. Para alimentarse, las mariposas no poseen boca y emplean su probóscide, un órgano tubular delgado y alargado, en forma de trompa enrollada que poseen bajo los ojos.
Cuando aún son orugas, antes de realizar su metamorfosis a mariposa, estos insectos se alimentan de materia vegetal, especialmente de hojas y brotes tiernos de diferentes árboles, según la especie a la que pertenezca la futura mariposa.
Así por ejemplo, las orugas de las mariposas de la seda se especializan en alimentarse de hojas de morera, mientras que otras orugas como la Anisota Senatorian o la Bucculatrix Ainsliella comen principalmente hojas de roble.
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