Edward John Herbert un padre australiano de tres niños, roció con gasolina a dos de sus hijas y le prendió fuego a la más pequeña de tres años por considerarla «demasiado guapa» causándole graves heridas, al tiempo que trató de quemar a la mayor que está diagnosticada con autismo.
En el Tribunal Supremo de Australia Occidental donde se celebra el juicio se revelaron detalles de los hechos ocurridos en agosto de 2015, por lo que se conoce que el hombre había consumido drogas y alcohol momento antes del suceso, según informó el periódico The West.
La fiscal Amanda Forrester dijo en el juicio que Herbert estaba bebiendo casi una caja de cerveza diariamente, lo que provocó que sus vecinos lo notaran actuando psicótico y emocional.
El hombre, que vive en un suburbio de Doubleview, en la región Perth, (Western Australia), había pasado el día fumando cannabis y bebiendo alcohol y, según le confesó a su vecino Daniel McMillan, le prendió fuego a la pequeña de tres años por ser «demasiado guapa».
La policía Stephanie Bochorsky oyó los gritos que provenían de la vivienda y llegó a tiempo para rescatar a las pequeñas. Todo ocurrió en presencia de la pareja del agresor, quien estaba amenazada de morir a cuchilladas.